PROGRAMA DE REHABILITACIÓN COGNITIVA

                      El afrontamiento de la actividad cotidiana requiere disponer de recursos cognitivos suficientes. En las personas con enfermedad mental, esta área cognitiva puede estar especialmente afectada. Es frecuente observar en los usuarios/as, dificultades en sus niveles de atención, concentración y memoria. De tal forma, abordar tareas simples como por ejemplo; recordar encargos, controlar la devolución de dinero tras realizar un pago, o planificar un día cotidiano, puede suponer una dificultad añadida que se asocia a la propia sintomatología de la enfermedad. Se añade a ello, la posible interacción del tratamiento farmacológico en esta área. La rehabilitación cognitiva ha demostrado su eficacia en la recuperación de la enfermedad mental. Ello ha de complementarse con intervenciones en otras áreas. Un elemento clave de este tipo de intervenciones es su sentido de utilidad. Ejercitar la atención o memoria, sin que dicho ejercicio resulte útil para el “afrontamiento real” de las actividades cotidianas de los usuarios/as, no suele resultar efectivo. 

                     Actualmente, disponemos de diversos programas estructurados para intervenir en esta área tanto individual como grupalmente. La afectación cognitiva no se manifiesta de igual forma en todos los usuarios/as. Es por ello, que en el CDRP “San Francisco II” esta intervención se realiza a dos niveles y mediante dos talleres; Taller de Rehabilitación Cognitiva (I) y Taller de Rehabilitación Cognitva (II), en función de la mayor o menor conservación y capacidad cognitiva que presente el usuario/a. Como objetivos principales de este Programa de Rehabilitación Cognitiva, se establecen: 

Objetivo general:

– Mejorar el funcionamiento cognitivo general y/o evitar su deterioro, contribuyendo a la autonomía individual y mejora en la calidad de vida del usuario/a. 

Objetivos específicos:

– Mejorar la capacidad de atención y concentración.

– Ejercitar la memoria inmediata, secundaria y remota.

– Adquirir y/o mejorar habilidades para el uso de herramientas cognitivas (mnésicas, categorización).

– Mejorar la latencia de respuesta ante estímulos cognitivos y resistencia a las tareas.

– Evitar la distractibilidad conversacional.

– Mejorar la función ejecutiva y el afrontamiento cognitivo de tareas complejas.